Las Residencias de Ancianos

Las residencias especializadas Alzheimer

El Alzheimer es una enfermedad que implica evoluciones complicadas y poco previsibles a lo largo del tiempo. El deterioro tiene fases más lentas y en ocasiones la pérdida de facultades o los trastornos de conducta se producen de forma sorpresiva y acelerada.

A medida que avanza la enfermedad, hay algunos signos reveladores de que el enfermo precisa un cuidado especializado que no se puede dar en casa: cuando la persona vaga sin motivo y de manera intempestiva aumentando el riesgo de caídas o que se pierda, cuando el comportamiento es muy alterado y perturba de forma grave la rutina familiar, o cuando se producen agresiones. Decidir sobre la vida de un familiar no es fácil. No obstante, en estos momentos el cuidador debe ser honesto y preguntarse si la casa es un entorno seguro para el enfermo, o si la persona con Alzhéimer supone un riesgo para sí misma. También es importante preguntarse si el cuidado excede las capacidades tanto físicas como psicológicas de la persona que está a cargo. El estrés y el deterioro en la salud del propio cuidador son también señales de que se debe buscar una solución residencial.

Es importante la consideración de que el ingreso en una residencia especializada no supone un abandono. El cuidador principal sigue siendo el principal responsable del bienestar de la persona enferma, debe controlar que recibe un trato adecuado, que está cómodo en su entorno y, mientras se pueda, acompañarle, darle afecto y hacerle saber que no está solo.

Para tener la seguridad de que las personas estarán bien atendidas, antes de decidirse por una residencia u otra es importante visitarlas, confirmar que cuentan con todos los permisos, que sus instalaciones están preparadas para la especificidad de esta enfermedad, y hablar con el personal.

La residencia especializada dispondrá de los servicios necesarios y adecuados, en entornos seguros, con personal cualificado y medios suficientes para llevar a cabo un tratamiento rehabilitador, terapéutico y asistencial. A su ingreso la persona con Alzhéimer recibirá un plan de atención personalizado que contribuirá a promover su autonomía personal y a mejorar su cualidad de vida. Este plan irá modificándose con el tiempo y el cuidador principal estará permanentemente informado.

En general las residencias disponen de habitaciones dobles y habitaciones individuales, así como áreas para prevenir que los mayores anden vagando, que suele ser un síntoma común de la enfermedad de Alzheimer. Ellas deben ofrecer atención las 24 horas y asistencia médica permanente por un personal experto, junto con ayuda para el baño, asearse, vestirse y otras tareas diarias. Los servicios básicos ofrecidos son el suministro de medicamentos, las comidas diarias, un servicio de limpieza y lavandería, unos programas de ejercicios y fisioterapia, así como talleres de estimulación cognitiva y programas para la integración social.

Si bien es cierto que, debido a las circunstancias de la persona y su edad avanzada, pueden surgir pensamientos por parte de sus familiares de abandono, eligiendo bien el centro especializado en Alzheimer ayudara a la persona mayor a encontrarse rodeada de cariño y atención, haciéndole sentir constantemente que no está solo.

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